ReachAcross- Llevando el amor de Jesús a musulmanes

Servir a los demás es uno de nuestros valores fundamentales. Incluso Jesús vino para servir (Mateo 20:28). A través de todo servicio realizado en su nombre y para su gloria, se anuncia a Jesucristo. Por eso, todo lo que hacemos como servicio debe hacerse con la mejor calidad posible, con humildad, perseverancia y en colaboración con las personas a las que servimos. Queremos servir a los musulmanes – ya sean los más pobres, la clase media o los ricos – dondequiera que Dios nos haya colocado.

„Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas“ (Marcos 12:30). Este mandamiento, el más alto y el más grande, nos ayuda a prestar nuestro servicio con la motivación adecuada. El segundo mandamiento, igual de importante, es que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Marcos 12, 31). Esto incluye también a nuestros vecinos musulmanes y significa que vivimos entre ellos y les tratamos de forma servicial, respetuosa y agradecida. La tercera relación de amor importante es el amor y el cuidado dentro del equipo: «Todos sabrán que sois mis discípulos si os amáis unos a otros» (Juan 13:35).

Nuestro Dios es un Dios personal, y quiere tener una relación personal con cada uno de nosotros. La oración es vital para conocer a Dios y fortalecer nuestra relación con Él. En la oración, pedimos que nos guíe y que nos capacite y equipe para prestar nuestro servicio. Por último, la oración es también la forma más importante que tienen los musulmanes de reconocer a Jesús. Jesús dice: «Sin mí no podéis hacer nada» (Juan 15:5).

Nos comprometemos a trabajar en equipo y a buscar la cooperación con las iglesias y otras organizaciones cristianas. «Uno puede ser vencido, pero dos pueden resistir, y una cuerda de tres no se rompe fácilmente» (Eclesiastés 4:12). Somos conscientes de que nuestro trabajo será valioso y duradero si unimos nuestras fuerzas de forma creativa y seguimos dependiendo unos de otros en la diversidad de nuestros dones.

«Ten confianza y no te dejes intimidar… Sólo ten confianza y no te dejes intimidar en absoluto» (Josué 1:6-7) – esto es lo que Dios le dijo a Josué cuando sucedió a Moisés. Vivimos y trabajamos en la autoridad que Dios nos ha dado y, por tanto, estamos preparados para afrontar retos difíciles, a pesar de posibles fracasos, peligros, intimidaciones o pérdidas.

Nos esforzamos por vivir y trabajar como personas íntegras y honestas. La integridad es la base de la confianza. Es esencial para nuestro trabajo en equipo, para nuestra relación con nuestros socios de oración y simpatizantes y para dar un testimonio creíble entre los musulmanes. Queremos ser accesibles y comportarnos con sensibilidad, transparencia y responsabilidad.

Queremos ser una organización que «aprende» y damos gran importancia a desarrollarnos y a tomar cosas buenas de los demás. El aprendizaje continuo es esencial si queremos entender «los signos de los tiempos», adquirir conocimientos y sabiduría y adquirir las habilidades que necesitamos para desempeñar las funciones que Dios nos ha encomendado. Animamos a los empleados a ser innovadores en su enfoque del ministerio.